El queso es uno de los ingredientes que más me gusta incluir en tartas, esta en concreto está protagonizada por él en su versión mascarpone, como una de las últimas tartas dulces que he publicado (la de mascarpone y fresas).
Para: 4 personas
Tiempo de preparación: 15 minutos (40 de cocción)
Dificultad: Fácil
Ingredientes
- 1 rollo de masa quebrada
- 250 gr de queso mascarpone
- 200 gr de leche condensada
- 4 huevos
- 1 limón
- 50 gr de azúcar
Preparación
1. Forra el molde con la masa quebrada, sin retirar el papel de cocción. Cubre la masa con papel sulfurizado (o aluminio) y pon encima unos pequeños pesos (pueden ser unos garbanzos).
2. Hornea durante 20 minutos en el horno precalentado a 180 ºC.
3. Bate en un recipiente el queso mascarpone junto a las yemas de huevo y agrega la ralladura, el zumo de uno de los limones y la leche condensada.
4. Mezcla removiendo enérgicamente con una espátula lisa.
5. Saca la masa del horno, retira los pesos y el papel y rellena con la crema que has preparado.
6. Alisa la superficie y mete nuevamente en el horno para dejar que se cueza 20 minutos más.
7. Monta 2 claras a punto de nieve firme con el azúcar y pasa a una manga pastelera con la boquilla ancha estriada para cubrir la superficie de la tarta.
8. Dórala bajo el grill del horno y deja que se enfríe.
9. Adorna si lo deseas y… ¡a servir!